La carta de la Asociación de Bibliotecas de Investigación a Elsevier

A fines de abril, la casa editorial Elsevier hizo pública su nueva política de compartición de artículos a través de la cual, insiste Elsevier, se pretende hacer más claras las condiciones mediante las cuales pueden compartirse los ítems albergados en cualquiera de sus plataformas.

Esta novedad no fue bien recibida por una parte importante de la comunidad científica, que, a partir de una lectura crítica de varios de los aspectos del documento, observó las dificultades que imponían estas nuevas políticas justamente sobre lo que, a priori, buscan facilitar.

La Association of Research Libraries expresó sus preocupaciones en una carta pública enviada el pasado 10 de septiembre a Elsevier. La misma expone críticas interesantes que tienen muy en cuenta los modos reales de producción y circulación de las comunicaciones científicas y la forma en que las nuevas políticas de Elsevier interferirían con todo esto.

A continuación, presentamos una traducción de la carta:

A Youngsuk Chi,
Presidente de Elsevier

Estimado Sr. Chi,

Nosotros, los abajo firmantes, en representación de algunas de las 204.144 facultades y de los más de 3,6 millones de estudiantes, escribimos para expresarle nuestras significativas preocupaciones al respecto de la nueva política de compartición y alojamiento de Elsevier. Esta misma impone restricciones excesivas sobre autores e instituciones, emplea períodos de embargo que son contrarios a los requerimientos establecidos por el gobierno federal y, más fundamentalmente, impide el intercambio de información entre académicos que es tan fundamental en el proceso de investigación.

El acceso a las publicaciones de investigación es un componente esencial en la enseñanza, la investigación y el aprendizaje. La política de Elsevier propone estrictos requerimientos sobre autores e instituciones como cuándo y dónde puede estar disponible públicamente un manuscrito aceptado. También, requiere que el autor emplee la licencia Creative Commons más restrictiva, prohibiendo la reutilización completa o los usos comerciales. Esta licencia restrictiva impide la colaboración entre investigadores y académicos. La colaboración también está restringida por embargos de entre 12 y 48 meses sobre los manuscritos finales revisados por pares.

Los períodos de embargo extendidos llevarán tanto a confusiones como a problemas, puesto que entran en conflicto directo con los mandatos para el depósito de los resultados de investigaciones financiadas en los EEUU y Canadá. Muchas agencias federales de los EEUU y las tres agencias canadienses de financiamiento están implementando planes y políticas de acceso público; por el momento, todos los planes estipulan como máximo 12 meses de embargo. En Europa, los períodos de embargo rondan los seis meses. La intención de Elsevier de forzar embargos de hasta 48 meses podría poner a los becarios en conflicto directo entre sus financiadores y sus editores. Así, la conformidad e idoneidad para becas futuras quedan amenazadas.

En su sitio, Elsevier declara que su misión es crear «soluciones que permitan a nuestros clientes hacer uso del vasto potencial de información para hacer avanzar la ciencia, la salud y la tecnología.» Creemos que la nueva política está en conflicto la misión que declaran. Y urgimos a Elsevier a considerar el impacto negativo que esta política tendrá en investigadores y académicos que desean utilizar todas las herramientas al máximo de posibilidades para llevar a cabo investigaciones que hagan avanzar los descubrimientos científicos.

Esperamos que esta carta sirva como oportunidad para la mancomunión y el diálogo entre toda la comunidad científica, incluyendo las bibliotecas. La política revisada debería permitir un acceso abierto inmediato a los manuscritos aceptados en repositorios abiertos. Esta política debería facultar a los autores de determinar el tipo de licencia apropiada para su trabajo y que a la vez permita la colaboración y reutilización. Finalmente, esta política revisada debería acatar los períodos de embargo para el depósito de investigaciones publicadas requeridos por las agencias de financiamiento de los EEUU y Canadá.

De parte de la Asociación de bibliotecas de investigación, gracias por su consideración con esta carta.

Atentamente,

Dra. Debora Jakubs,
Presidenta de la Asociación de bibliotecas de investigación

(fuente)

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