La encrucijada de las obras huérfanas


Al iniciar un proyecto de digitalización para la preservación del patrimonio cultural, las instituciones que lo llevan adelante deben conseguir el consentimiento de los titulares para la reutilización de las obras. Existen, sin embargo, obras denominadas huérfanas, que son aquellas en las que los titulares de los derechos son de localización difícil o imposible. Lo mismo ocurre con aquellas descatalogadas o agotadas. Ante estas situaciones los archivos, bibliotecas u otras instituciones públicas que ofrecen obras en línea al público corren riesgo de vulnerar los derechos de autor, al no contar con autorización previa en caso de que el titular aparezca.

El abordaje en Europa
El plan estratégico 2010 de la Unión Europea contempla la digitalización a gran escala para reunir la producción cultural, lo cual ha ido generando distintos conflictos con la tradición de la protección de los derechos de autor. La discusión se remonta a 2006, cuando se creó un grupo de expertos que propusieran soluciones al problema, respondiendo a tres puntos: el harvesting en la web y la preservación digital, el estatus de las obras huérfanas y las posibles soluciones legales y de identificación, y el mismo tratamiento para las obras descatalogadas.
El informe resultante intentó una serie de propuestas que fueran útiles tanto a los intereses de los autores, protegiendo sus derechos individuales; como a los de las bibliotecas y museos, dando seguridad jurídica a su actividad.
Las soluciones planteadas se encontraron con serias dificultades, al tratarse de la UE una región con una coexistencia de legislaciones nacionales descoordinadas, impidiendo la puesta en línea de obras al público en todos los Estados miembro. En mayo de este año, en Bruselas, un Comité de Evaluación de Impacto conformado por expertos en la matería presentó otro informe, teniendo en cuenta el acceso transfronterizo en línea de las obras huérfanas.
En él se aborda el problema desde varios ángulos, tanto la no intervención como la necesidad casi excluyente de un reconocimiento mutuo de las distintas soluciones nacionales; como también la unificación de un criterio en cuanto a la definición de una búsqueda diligente de los titulares de las obras antes de declararlas huérfanas, y el tipo de licencia que se utilizaría para la protección jurídica de los beneficiarios (bibliotecas e instituciones).

Un ejemplo de la urgencia del reclamo es el de la Biblioteca Nacional Española. Su directora, Milagros del Corral, durante un seminario sobre digitalización del patrimonio cultural, defininió a la situación como “una orgía jurídica contraria al sentido común”. De esa manera dejó en claro la necesidad de una legislación que contemple el uso gratuito sin el requerimiento de licencias para obras de autores desconocidos para su preservación en formato digital.
La falta de regulaciones al respecto se transformó en una de las rendijas que utilizó Google en el marco de su proyecto de digitalización, lo cual podría desembocar en una hipotética apropiación que las obras europeas que ha digitalizado.
La necesidad está contemplada por la Comisión de Evaluación de Impacto y estipula, en el corto plazo, la implementación de la legislación resultante en todos los países miembros, avanzando así sobre un sistema de acceso paneuropeo.

Fuentes:
– ub.edu: «Huérfanos que todo el mundo querría tener»
– publico.es: «La BNE pide el uso gratuito de las obras huérfanas»

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