Un descubrimiento recientemente publicado en la revista Science Journal, a partir de la observación de una estrella de tipo enana blanca, estaría replanteando muchas ideas sobre la evolución de las estrellas. La estrella en cuestión se llama SDSS J124043.01+671034.68 (no muy fácil de recordar que digamos), y los investigadores afirman que su atmósfera posee un 99.99% de oxígeno. Si bien algunos estudios teóricos lo predecían, hasta ahora nunca se había observado algo similar, ya que por lo general poseen elementos más livianos en sus capas más externas, como hidrógeno y helio.
Las estrellas son probablemente unos de los objetos más estudiados en muchísimas ramas de la ciencia. Su nacimiento, evolución y muerte nos ofrecen una enorme cantidad de información para comprender, por ejemplo, cómo se mueven los planetas, qué factores determinan (o facilitan) la formación de vida, cómo se comporta el clima de planetas y satélites, o por qué tenemos esta variedad de elementos químicos en la tabla periódica. Química, física, biología, meteorología, geología, medicina y muchas más ramas de la ciencia se benefician del estudio de estos cuerpos celestes.
Nuestra estrella más cercana es el Sol, a unos 150 millones de kilómetros (1 unidad astronómica o UA), y está compuesto por hidrógeno (73%), helio (24%) y algo de oxígeno, carbono, hierro y algunos otros elementos más pesados. Pero su composición no es constante a lo largo del tiempo: el Sol utiliza estos elementos como combustible nuclear, fusionándolos y transformando así masa en energía (quizás les suene familiar la fórmula e=mc2). Como resultado de esta transformación se obtienen otros elementos químicos hasta que, en algún momento dentro de aproximadamente 5 mil millones de años, se empiece a agotar. Tranquilos, hay tiempo para abandonar las ciudades. Lo que le sucederá a continuación está fuertemente relacionado con la masa de la estrella: en el caso de nuestro sol, se convertirá en una gigante roja, y luego simplemente se irá apagando de a poco. Otras estrellas sufrirán otros destinos, como una explosión de supernova, una estrella de neutrones o un agujero negro. En este gráfico, creado por Carlos Pazos Nogales, se explica de manera muy sencilla los posibles destinos de las estrellas de acuerdo a su masa (1 MS equivale a la masa de nuestro sol).
Nadie pudo jamás acercarse hasta nuestro Sol para examinarlo, tomar una muestra, pesarlo… Y mucho menos a cualquier otra estrella del universo, separadas de nuestro planeta por enormes distancias. Tengamos en cuenta que la sonda que más lejos ha llegado, lanzada en 1977, apenas está paseando por los límites del sistema solar, a unas 135 UA, y la siguiente estrella más cercana se encuentra a unos 270 mil UA.
Entonces… ¿cómo se sabe todo esto? Resulta que la luz que emiten las estrellas contiene muchísima de información sobre su composición química. Y no solo la luz que ven nuestros ojos, sino también todo el espectro electromagnético, la «luz» que no vemos (microondas, ondas de radio, rayos X, radiación infrarroja, radiación ultravioleta…). Nosotros construimos ojos especiales, que capturan cierto tipo de luz: antenas para captar ondas de radio, sensores que detectan luz infrarroja, detectores de rayos X, etcétera. Algunos se lanzan al espacio y otros se construyen aquí en la Tierra.
La Universidad Nacional de La Plata tiene mucha gente trabajando en estos temas. El Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) es uno de ellos, y se especializa precisamente en el estudio del universo por medio del análisis de las ondas de radio que nos llegan. Tenemos también un increíble Observatorio Astronómico y un hermoso planetario, que les recomendamos visitar de vez en cuando.
Además, la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas (FCAGLP) tiene un grupo de investigación dedicado específicamente al estudio de la evolución de las estrellas (Evolgroup), otro grupo que estudia la Gravitación, Astrofísica y Cosmología (GGAC) y dentro del IAR se encuentra el grupo de Astrofísica Relativista y Radioastronomía (GARRA). En realidad, hay muchísimos más, pueden ver todos grupos de investigación de la FCAGLP en el siguiente enlace: http://www.fcaglp.unlp.edu.ar/ciencia-y-tecnica/grupos
El repositorio SEDICI cuenta con una gran cantidad de materiales que surgen de estos grupos, de la FCAGLP y de otras facultades relacionados con estas materias. Hay de todo: tesis de doctorado, de maestría, de grado, artículos de revistas, presentaciones en congresos… Los invitamos a darse una vuelta por el repositorio de la UNLP y aprovechar esta gran diversidad de materiales para entender, aprender y disfrutar.
Publicación: S. O. Kepler, Detlev Koester, Gustavo Ourique. “A white dwarf with an oxygen atmosphere”. Science 352 (6281), 1 de abril de 2016.
Imágen destacada: De Derivative work: NACLE2 – File:Solar Life Cycle.svg, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8730701
Muchas gracias la verdad me pareció muy interesante este blog quisiera sugerirle hacer un blog sobre la lectura de las estrellas y los nombres y el significado de algunas de ellas y como se crearon según el punto de vista de las personas y la influencia que tuvieron las generaciones pasadas sobre este pensamiento.
Lo tendremos en cuenta. Saludos.